El Honorable Senado de la Nación distinguió a la investigadora del Centro para el Estudio de los Sistemas Marinos (CESIMAR-CONICET), Tamara Rubilar, al declarar de interés nacional los desarrollos biotecnológicos realizados por la empresa de base tecnológica “Ericea”, con sede en Puerto Madryn.
El reconocimiento destaca los avances en biotecnología acuícola y la aplicación de extractos obtenidos de huevas de erizos de mar, cuyos estudios demostraron propiedades antivirales y antioxidantes que contribuyen a la recuperación de pacientes con secuelas del COVID-19. El proyecto representa una colaboración entre el CONICET, universidades, hospitales públicos y el sector privado, marcando un modelo de innovación científica federal.
Ciencia desde la Patagonia con impacto global
Tras recibir la distinción en el Congreso, Rubilar expresó:
“Este reconocimiento tiene un valor profundamente simbólico: representa el cierre de un círculo que comenzó en el laboratorio y llegó a la sociedad. Es el resultado de años de trabajo científico transformando conocimiento en soluciones reales para la salud y el bienestar.”
La iniciativa fue impulsada por la senadora rionegrina Silvia García Larraburu, con el acompañamiento de legisladores de Catamarca, Chubut, Jujuy, Tierra del Fuego y Salta, quienes destacaron el impacto social y sanitario del proyecto.
“Desde la Patagonia se demuestra que también se pueden generar desarrollos biotecnológicos de vanguardia con impacto global”, afirmó Larraburu.
Innovación con sello madrynense
Durante una entrevista en el laboratorio Ericea, Rubilar valoró el trabajo conjunto de su equipo y de los hospitales públicos que participaron de las pruebas médicas —Santojanni, Ramos Mejía y Muñiz— y destacó que “la ciencia no se hace sola, se hace en comunidad”.
La científica recordó que el proyecto comenzó durante la pandemia y fue presentado internacionalmente en Harvard, cerrando un ciclo de investigación que posiciona a Puerto Madryn como un referente en innovación científica nacional.
“Este reconocimiento no solo me honra en lo personal, sino que pone en valor la capacidad que tenemos desde la Patagonia para generar innovación con impacto social. Cuando la ciencia, la academia y el sistema sanitario trabajan juntos, se construyen puentes entre la investigación y la vida cotidiana de las personas”, concluyó Rubilar.


