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El arquitecto José Pablo Meaudy destacó la impronta sensorial y naturalista del renovado Centro de Interpretación de Península Valdés

Durante la inauguración del renovado Centro de Interpretación del Istmo Carlos Ameghino, el arquitecto José Pablo Meaudy, responsable del proyecto, compartió detalles sobre el concepto artístico y arquitectónico que definió la nueva identidad del edificio. El profesional, con una extensa trayectoria en obras dentro de áreas protegidas, resaltó que el corazón del centro es un espacio que recrea una experiencia sensorial submarina, donde la luz natural y el arte se integran para sumergir al visitante en un ambiente similar a las profundidades del mar.

Meaudy explicó que una de las claves del diseño fue aprovechar una gran entrada de luz cenital, que fue intervenida por el artista plástico Martín Gatica, autor de un óleo escaneado y reproducido con la técnica risol, muy utilizada en museos contemporáneos. “La idea es que el visitante sienta que está bajo el agua. Este espacio es el alma del edificio”, señaló.

Una trayectoria de años en áreas protegidas

El arquitecto recordó que su vínculo con estos proyectos se remonta a más de una década, con intervenciones en la Isla de los Pájaros y en el Centro de Interpretación de Punta Tombo entre 2010 y 2011. Para él, completar la obra actual tiene un sentido especial: “Hace veinte años trabajé en estos baños, y en ese momento no se podía hacer algo así. Haber sido convocado para terminar el proyecto es una gran satisfacción”.

Sobre la evolución del diseño en sitios turísticos, Meaudy destacó que hoy existe una mayor integración entre arquitectura y naturaleza. “Se trabaja mucho más con la luz del sol y con lo sensorial. La gente viene de ciudades donde todo es lectura y estímulo visual. Aquí, en cambio, viene a sentir. La península invita a vivir la naturaleza con las emociones a flor de piel”.

Un edificio que deja de ser un paso y se convierte en un destino

Según el arquitecto, el renovado centro logró transformar su función: ya no es solo un punto de ingreso, sino un espacio donde el visitante quiere quedarse. “La gente ahora se detiene, toma un café, recorre, siente el lugar. Eso es comunicar con buen gusto, con buenos espacios y buena información”.

Mirada hacia nuevos proyectos

Meaudy adelantó que continúa trabajando en nuevas propuestas para Camarones y que en Península Valdés siempre hay iniciativas en carpeta. “Ojalá puedan concretarse. Son lugares donde hay muchísimo por hacer”, expresó.

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