COMUNICADO
La Cámara Industrial y de Comercio Exterior de Puerto Madryn y Región Patagonia
(CIMA PATAGONIA) manifiesta su profunda preocupación frente a la decisión del
Gobierno Nacional de eliminar la Secretaría de Industria y Comercio y la Secretaría de la
Pequeña y Mediana Empresa, Emprendedores y Economía del Conocimiento,
estructuras claves para sostener el diálogo, el diseño de políticas públicas y el desarrollo
estratégico del entramado productivo nacional.
La desaparición de estos espacios institucionales representa un retroceso inaceptable
para el sector pyme, que constituye el 98% del total de empresas en la Argentina,
generando empleo genuino, valor agregado y arraigo territorial. Esta medida deja al
sector sin instrumentos concretos para dialogar con Nación y sin interlocutores capaces
de gestionar políticas que contemplen su realidad. Aunque en el último tiempo no se
hayan ejecutado acciones significativas por falta de presupuesto, la existencia formal de
estas secretarías sostenía un canal de diálogo, que hoy se pierde por completo.
En este escenario, las pymes se ven forzadas a desenvolverse en soledad, dependiendo
únicamente de los apoyos que puedan conseguir en sus provincias. Es un modelo que no
promueve el fortalecimiento del desarrollo, ni la generación de empleo calificado. Por el
contrario, esta decisión profundiza la desprotección de un sector que ha invertido
históricamente su capital, su esfuerzo y el de sus familias en la construcción de un
sistema productivo nacional.
La situación se agrava aún más en regiones alejadas como la Patagonia, donde las
empresas enfrentan costos logísticos superiores, baja densidad de mercado y
dificultades estructurales que requieren de inversiones y políticas diferenciales. En este
contexto, urge contar con marcos normativos y tributarios que equiparen las condiciones del
entramado productivo de los territorios dotándolos de competitividad frente al mundo.
Desde CIMA PATAGONIA reafirmamos que el desarrollo industrial requiere planificación
estratégica, seguridad jurídica y marcos laborales e impositivos acordes que permitan
colocar los productos del trabajo argentine en el mundo. Las formas de producir han
cambiado y es indispensable se actualicen en sintonía con esa realidad, donde Argentina
no participa como formador de precio.
Como institución, estamos de acuerdo con la necesidad de preservar el equilibrio fiscal y
bajar la inflación. Además, es imprescindible poner en el centro de la agenda nacional al
trabajo argentino, al empleo con valor agregado y a la industria que demanda mano de
obra calificada.