Milton Reyes, presidente de Chubut Deportes, habló sobre el presente de la empresa estatal, su funcionamiento, los desafíos actuales y las deudas del pasado. Entre los puntos más llamativos, se destacó el destino de cuatro colectivos en desuso, una clara muestra de lo que sucede cuando el Estado gestiona sin previsión ni mantenimiento.
De Dirección a Empresa: la evolución del deporte estatal
Reyes recordó que el deporte en la provincia del Chubut comenzó con una dirección provincial modesta en los años 70, pero fue tomando forma con el tiempo, alcanzando incluso el estatus de agencia durante el gobierno de Mario Das Neves. Hoy, Chubut Deportes es una empresa de economía mixta, con participación mayoritaria del Ejecutivo y una parte menor del Banco del Chubut. A pesar de su estructura flexible, su funcionamiento depende directamente de la voluntad política del gobierno de turno.
“La encontramos con muchas dificultades”, afirmó Reyes, en referencia al estado en que asumió la gestión. “Hoy podemos decir que está saneada y que ha recuperado credibilidad, al punto de recibir aportes privados en proyectos específicos, como el programa de deporte y discapacidad financiado por PAE”.
Financiamiento y prioridades: el deporte federado y social
En cuanto al apoyo estatal a los deportistas, Reyes fue claro: hay que definir políticas deportivas claras para evitar discrecionalidades. “Hay que distinguir entre el deporte social y el federado. Para eso están las federaciones e instituciones. Nosotros dialogamos con ellas para ver cómo y a quién acompañar”, explicó. Aclaró que la gestión actual intenta llegar tanto a deportistas de alto rendimiento como a clubes barriales con fuerte anclaje social.
“Un deportista necesita más que ganas: necesita herramientas profesionales como nutricionistas, psicólogos deportivos, acompañamiento logístico y mucho más”, agregó. Aun así, reconoció que el Estado no puede cubrir el 100% de las necesidades y que es clave el trabajo conjunto con la familia y el sector privado.
Los colectivos abandonados: símbolo de la mala gestión
Uno de los temas más comentados por la ciudadanía fue la presencia de colectivos deteriorados a la vera de la Ruta 7, a la salida de Trelew rumbo a Rawson. Reyes no esquivó la pregunta y se hizo cargo: “Esos colectivos son la muestra de cuando el Estado no administra como debe. Eran cuatro colectivos que se compraron usados y que no recibieron mantenimiento. Cuando asumimos, estaban completamente abandonados”.
Según explicó, uno solo de los vehículos podía arrancar, pero un peritaje desaconsejó su uso para transportar delegaciones por cuestiones de seguridad. “Hicimos todos los trámites legales y se vendieron como chatarra en una subasta pública. No los quería ni un desarmadero en la primera instancia”, relató. El monto total recaudado por los cuatro fue de aproximadamente 20 millones de pesos. Además, agregó que hay otros dos colectivos, propiedad de la Secretaría General de Gobierno, en condiciones similares.
“Uno no puede jugar con la seguridad de los chicos. Es preferible sacárselos de encima y recuperar algo antes que dejarlos tirados en un cementerio de vehículos”, sentenció.
Una gestión que busca orden y proyección
Reyes insistió en que el eje de su gestión es la transparencia, el orden y la eficiencia. “Hoy Chubut Deportes vuelve a ser creíble. Y eso es clave para sumar al sector privado. No es una cuestión de buena voluntad: si el privado ve que las cosas funcionan, aporta”, subrayó.
Aunque el camino es largo, y los recursos limitados, el titular de Chubut Deportes deja en claro que su norte está bien definido: federalizar el acceso al deporte, acompañar a quienes representan a la provincia y reconstruir un sistema que alguna vez, por falta de planificación y control, hizo agua.
