La temporada de pesca de langostino en aguas nacionales no comenzó como se esperaba. Según denunció el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), el motivo del retraso es un lockout patronal por parte de las cámaras empresarias, que se niegan a salir a pescar bajo las condiciones actuales, argumentando que “no quieren trabajar a pérdida”.
En diálogo con la prensa, César Zapata, secretario del SOMU Puerto Madryn, advirtió que la situación se ha tornado insostenible para los trabajadores de a bordo, que ya acumulan más de ocho meses sin actividad y sin ingresos.
“Lo que hay acá es una presión para forzar una rebaja del 30% en los salarios de los marineros. Nosotros no lo vamos a permitir. No vamos a ser la variable de ajuste”, afirmó Zapata.
El conflicto, que ya fue abordado en audiencias en el Ministerio de Trabajo de Nación, se agudizó luego de que las cámaras empresarias llevaran a la mesa de negociación una propuesta de modificación del convenio colectivo de trabajo. La propuesta fue inmediatamente rechazada por todos los gremios marítimos, que reafirmaron su negativa a cualquier recorte de derechos laborales.
“Nosotros no estamos pidiendo aumentos. Solo queremos salir a trabajar con las mismas condiciones que el año pasado”, sostuvo el dirigente gremial.
Zapata denunció además que los datos económicos presentados por los empresarios en la negociación “no coinciden con la realidad”. Como ejemplo, mencionó al único barco que está operando, el Mar Sur, cuyos números contradicen los informes empresariales.
Fuerte impacto económico y social en Puerto Madryn
La paralización de la flota pesquera no solo afecta a los trabajadores embarcados, sino también a toda la economía local. Hoteles, taxis, restaurantes y otros servicios vinculados a la actividad pesquera se ven resentidos por la inactividad.
“En esta época deberíamos tener unos 200 marineros por día generando movimiento económico en la ciudad. Hoy, la desolación se nota en las calles”, expresó Zapata.
Foto: Alberto Muñoz