El sector pesquero que lleva más de ocho meses sin actividad, representantes sindicales, autoridades nacionales y provinciales se reunieron en Buenos Aires en busca de soluciones. César Zapata, Secretario General del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) de la seccional Puerto Madryn, participó del encuentro junto al gobernador Ignacio Torres y el secretario de Pesca de Nación, Carlos Cazorla.
Zapata detalló que el objetivo central fue destrabar el inicio de la temporada de langostino en aguas nacionales, paralizada por la falta de inscripción de embarcaciones a la prospección pesquera, paso clave para habilitar oficialmente la campaña. “Hace ocho meses que no salimos a pescar. El problema no es nuestro, es entre las empresas y el Gobierno nacional. Pero los que sufrimos somos nosotros”, advirtió.
Uno de los ejes del reclamo fue el Derecho Único de Extracción (DUE), un canon que pasó del 4% al 9% tras una reforma aprobada en el Congreso. “Se logró el compromiso de Nación para retrotraer parte de ese aumento, como se hizo con la merluza”, explicó Zapata, señalando que la medida apunta a aliviar costos empresariales y fomentar la actividad.
El Consejo Federal Pesquero se reunirá este jueves para emitir un nuevo comunicado y reactivar la prospección, medida clave para habilitar la temporada. “Hoy se reúnen todas las provincias: Santa Cruz, Río Negro, Buenos Aires sur. Tierra del Fuego no está, pero hay consenso en que esto no puede seguir parado”, afirmó el dirigente.
La situación no solo afecta a los marineros. “Atrás nuestro están el amarrador, el estibador, el camionero. Todos dependemos de que los barcos salgan”, señaló.
Además, Zapata se refirió a la intención de algunas cámaras empresarias, como CAPIP, de modificar el convenio colectivo de trabajo de los marineros, argumentando que es “demasiado costoso”. Desde el SOMU, la postura es firme: “No lo vemos factible. No vamos a aceptar eso. Nosotros somos el primer eslabón, y no es justo que seamos siempre la variable de ajuste”, sentenció.
Zapata destacó la desproporción entre lo que perciben los trabajadores a bordo (36 pesos por kilo de langostino) frente a los 240 pesos que se pagan en tierra por el mismo producto. “Venimos a pelear por el bolsillo de los empresarios, y al final somos nosotros los que terminamos perdiendo”, denunció.
La expectativa está puesta en la reunión del jueves. El gremio espera que se destrabe la prospección y se avance hacia el inicio de una temporada que ya perdió valioso tiempo. “Antes pescábamos siete u ocho meses. Hoy apenas cuatro. Trabajamos ese tiempo para poder aguantar todo el año”, concluyó.