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Agustín de la Fuente: “Hoy producir langostino cuesta más de lo que se vende”

Agustín de la Fuente, presidente de la Cámara Argentina de Industrias Pesqueras (CAPIP), advirtió sobre la grave crisis que atraviesa el sector. Reclaman cambios estructurales urgentes, incluido el rediseño de los convenios colectivos y la quita de retenciones.

La crisis en la industria pesquera argentina ya no admite eufemismos. Con más de 100 barcos amarrados en distintos puertos del país y empresas enfrentando pérdidas sostenidas, el presidente de la Cámara Argentina de Industrias Pesqueras (CAPIP), Agustín de la Fuente, describió un panorama “crítico y estructural” que afecta a toda la cadena productiva.

“Hoy producir un kilo de langostino cuesta 6 dólares con 50 centavos, pero el mercado internacional lo paga a 5 dólares con 50. Estamos perdiendo un dólar por kilo exportado”, aseguró de la Fuente, en una exposición cruda que pone en relieve la inviabilidad del negocio bajo las condiciones actuales.

Una economía regional ignorada

Desde hace años, el sector pesquero reclama que se lo incluya en el régimen de economías regionales que están exentas del pago de retenciones. Sin embargo, tanto en el gobierno anterior como en el actual, la pesca quedó excluida. “Pagamos en promedio un 6% de derechos de exportación, y eso se suma a los aranceles de ingreso en distintos mercados. Es una carga más que hoy no se puede sostener”, afirmó.

Aunque valoró los esfuerzos del gobierno provincial por reclamar la eliminación de las retenciones, De la Fuente fue categórico: “Hoy eso no alcanza. La situación es más profunda. El problema es de fondo y estructural”.

Convenios colectivos y precios referenciales desactualizados

Uno de los ejes más sensibles del reclamo es la necesidad de revisar los convenios colectivos de trabajo, algunos de los cuales datan de hace más de 20 años. “No podemos seguir liquidando producción con precios referenciales del año 2005, cuando el langostino se vendía a 12 dólares el kilo y el contexto global era otro. Hoy competimos en góndolas con productos sustitutos de cultivo, como el vannamei, y el consumidor elige”, explicó.

El dirigente aseguró que esta revisión no es una “negociación” en términos convencionales, sino una necesidad para recuperar la viabilidad del negocio. “La realidad se impone: no se puede seguir operando con estructuras de costos que están desfasadas respecto a lo que el mundo está dispuesto a pagar por nuestros productos”, sentenció.

Audiencias clave en Buenos Aires

CAPIP realizó una presentación formal ante la Secretaría de Trabajo de la Nación y espera ser convocada la semana próxima a una mesa de diálogo con los gremios del sector. “El rol de las instituciones es clave en este momento. No se trata solo de mediar, sino de generar condiciones para que todas las partes puedan acercar posiciones y sostener el empleo”, expresó De la Fuente.

Si bien la situación es más visible en aguas nacionales, el titular de CAPIP aclaró que la crisis afecta a toda la estructura del sector, incluyendo la flota que opera en aguas provinciales, los frigoríficos y las plantas de procesamiento. “Ya no es solo Mar del Plata. El llamado de atención es para todo el sector pesquero nacional”, enfatizó.

Una advertencia que resuena

“La gente se está quedando sin trabajo”, advirtió De la Fuente. Con un mercado global inestable, precios a la baja y costos que no paran de subir, el riesgo de parálisis total en el sector no es una amenaza lejana. “Hasta que no cambien las condiciones, las empresas no van a seguir perdiendo plata. Es momento de discutir con honestidad y responsabilidad”, concluyó.

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