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Pablo Wahren: “El 40% de los trabajadores vive en hogares pobres, aunque tenga empleo”

El economista Pablo Wahren, magíster y doctor en Desarrollo Económico, dialogó con nuestro equipo para analizar el estado actual del mercado laboral argentino, el impacto de la gestión de Javier Milei y los desafíos macroeconómicos del país.

Wahren fue contundente: “Hoy tenemos un mercado laboral con un dato muy preocupante: el 40% de los trabajadores viven en hogares pobres. Se rompió la relación entre tener un trabajo, tener un salario y no ser pobre”, afirmó. A este panorama se suma una informalidad laboral que alcanza al 42%, una cifra que define un nuevo y precario modelo de empleo en Argentina.

Pérdida de empleo y cambio de composición

Desde la asunción de Javier Milei en diciembre de 2023, el deterioro del empleo registrado se aceleró. Según datos compartidos por Wahren, “se perdieron alrededor de 170.000 puestos de trabajo registrados, principalmente en el sector privado”. Sin embargo, aclaró que esto no se tradujo en un aumento drástico del desempleo debido a un fenómeno de reemplazo: la proliferación del trabajo informal y de figuras como el monotributo, que camuflan la verdadera situación del empleo.

“No asistimos a un despido masivo como algunos esperaban, pero sí a un reemplazo por trabajos de peor calidad, sin derechos ni cobertura social”, explicó.

Industria y construcción, los más golpeados

Los sectores más afectados han sido la industria y la construcción. El primero, debilitado por la recesión, la apertura importadora y la apreciación cambiaria; el segundo, por el freno a la obra pública. Wahren advirtió que ambas ramas enfrentan desafíos importantes a futuro, en un contexto de reducción de la demanda interna y dificultades para competir con productos importados.

“El modelo actual favorece un tipo de cambio bajo que abarata las importaciones, lo cual perjudica a la producción local y presiona sobre el empleo industrial”, señaló.

Dólar barato, inflación baja y desequilibrios estructurales

El economista también se refirió a la política cambiaria del Gobierno: “El tipo de cambio se usa como ancla antiinflacionaria. El Gobierno mantiene el dólar estable para contener precios, pero esto genera otros problemas como la pérdida de competitividad y el aumento del déficit comercial y turístico”.

Según Wahren, el Ejecutivo ha logrado mantener cierto nivel de reservas gracias a estrategias como el freno de importaciones, blanqueos de capitales, endeudamiento externo y ahora el préstamo del FMI. Sin embargo, advirtió: “Es un esquema frágil, dependiente de capitales financieros volátiles que pueden irse en cualquier momento”.

Paritarias por debajo de la inflación

Otra señal de alerta está en los ingresos. Wahren apuntó que en los últimos meses “las paritarias vienen quedando por debajo de la inflación”, en parte porque el Gobierno no homologa aumentos salariales superiores al 1% mensual. Esto, según explicó, pone un freno a la recuperación del consumo interno y afecta directamente la calidad de vida de los trabajadores.

¿Devaluar o no devaluar?

Respecto a uno de los debates más sensibles de la política económica actual —la apreciación cambiaria y la posibilidad de una devaluación—, Wahren opinó que es necesario pensar en un esquema más integral: “El problema no es solo el tipo de cambio. Si se ajusta, tiene que haber políticas compensatorias del lado de los ingresos para proteger a los más vulnerables, además de mecanismos de coordinación de precios y salarios”.

Pablo Wahren dejó claro que la Argentina atraviesa una etapa compleja, en la que los logros en materia de inflación pueden tener efectos colaterales serios si no se equilibran con políticas productivas, laborales y sociales.

“No se trata solo de frenar la inflación. También hay que sostener la producción, proteger el empleo y garantizar ingresos dignos. De lo contrario, los costos del ajuste los sigue pagando la gente común”.

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