Una seria denuncia sacudió el escenario político local durante las últimas horas. Ariel Orlando Gamboa, dirigente político justicialista de Comodoro Rivadavia, aseguró haber sido amenazado de muerte durante el acto del Día del Trabajador por Aarón Fita, hijo del actual diputado provincial y presidente del Partido Justicialista en Chubut, Gustavo Fita.
La denuncia fue radicada en la Seccional Segunda de la policía, donde Gamboa detalló que fue increpado en público por Aarón Fita y otro joven identificado como Maxi Abuín, quienes –según su relato– lo hostigaron físicamente, lo amenazaron e intentaron agredirlo.
“Se me acercó Aarón con una capucha y lentes negros, con una actitud prepotente. Me acusó falsamente de haber escrachado a su hijo en redes sociales. Le intenté explicar que no era cierto, pero ya venía con una intención de patotear. Me amenazó con pegarme un tiro en el pecho, haciendo ademanes como si portara un arma”, relató Gamboa en una entrevista radial.
Según su testimonio, Adwin también intentó golpearlo con una piña y una patada, aunque sin llegar a concretar el ataque. “No hubo impacto, pero sí clara intención”, subrayó. Pese al incidente, Gamboa permaneció en el acto y más tarde decidió radicar la denuncia por su integridad física y la de su entorno.
Gamboa atribuye el episodio a tensiones internas dentro del peronismo local. Sostiene que su sector ha sido excluido de la participación democrática dentro del PJ provincial, encabezado por Gustavo Fita.
“Tenemos muchas críticas a la conducción actual del PJ, que no ha sido renovada. No queremos este tipo de prácticas violentas dentro del peronismo. Como militante, no puedo dejar pasar esto. Son hechos que manchan la esencia del movimiento”, enfatizó Gamboa.
La acusación involucra directamente a un integrante de una reconocida familia justicialista de Comodoro: Aarón Fita es hijo del diputado provincial y nieto del histórico dirigente sindical Juan Carlos Fita.
El hecho pone de relieve un conflicto mayor dentro del partido, en un contexto donde muchos militantes y sectores de base reclaman autocrítica, renovación y erradicación de prácticas violentas que, según Gamboa, alejan a la ciudadanía del movimiento peronista.
“Lo que molesta no es sólo la violencia, sino la hipocresía. La gente está cansada de dirigentes que se dicen compañeros, pero viven como ricos con plata que no pueden justificar. Y también está harta de los aprietes y la patoteada”, concluyó el dirigente.
La denuncia está siendo investigada por las autoridades policiales, mientras el episodio genera un fuerte revuelo dentro del PJ local y provincial.