Mientras el Centro de Salud Ruca Calil se encuentra cerrado de manera transitoria, parte de su equipo continúa brindando atención y entrega de turnos desde la sede vecinal del barrio. Así lo informó Anahí Saldivia, trabajadora del área de estadística, quien explicó cómo se reorganizó el servicio para garantizar la respuesta a los vecinos y vecinas de la zona.
“Estamos otorgando turnos desde las 8 de la mañana, de lunes a viernes, y funcionando también con un consultorio en la sede y otro en el predio de enfrente. La idea es que la gente no quede sin atención”, señaló Saldivia. Los sábados, las guardias que antes se realizaban en el Ruca Calil se derivan ahora al Centro de Salud Roque González.
Los turnos se mantienen con las mismas especialidades habituales, aunque en menor cantidad debido a las limitaciones de espacio. Las atenciones se realizan principalmente en la salita del barrio Fontana y, en algunos casos, en Solana de la Patagonia, aunque este último punto “no es tan accesible para algunas familias”, indicó.
En cuanto a la documentación, los pacientes habituales solo deben presentarse con su número de DNI, mientras que quienes se atienden por primera vez deben llevar el documento físico. Para especialidades específicas, como controles de embarazo u otras derivaciones, continúa utilizándose la sede central del Hospital Zonal.
En la sede vecinal trabaja un equipo conformado por personal de estadística, un médico generalista y, en el predio de enfrente, trabajadores comunitarios y el servicio de farmacia. Las actividades de prevención siguen desarrollándose parcialmente hasta que el centro pueda retomar su funcionamiento normal.
“Sabemos que no es lo ideal, pero estamos tratando de dar respuesta para que la gente no tenga que trasladarse a otros sectores de la ciudad”, remarcó Saldivia.



