La Biblioteca del Hospital “Leer Sana” de Puerto Madryn fue reconocida con el Premio Hormiguita Viajera, una distinción de alcance nacional y latinoamericano que destaca la labor de promoción de la lectura. La premiación se llevará a cabo en el mes de diciembre, en la Biblioteca del Congreso de la Nación, en la ciudad de Buenos Aires.
Mariana Bratin, escritora madrynense y una de las impulsoras del proyecto, celebró el reconocimiento:
“Recibimos el premio Hormiguita Viajera, que es un reconocimiento a nivel nacional y latinoamericano. Promociona la lectura, y nos alegra muchísimo que desde Buenos Aires se haya puesto la mirada en la Patagonia y en nuestro trabajo comunitario.”
La Biblioteca “Leer Sana” funciona dentro del Hospital de Puerto Madryn desde hace nueve años, impulsada por un grupo de voluntarias que mantienen viva la iniciativa con el apoyo constante de la comunidad. Su objetivo es acercar los libros a pacientes, familiares y personal de salud, promoviendo la biblioterapia como una herramienta que ayuda a sobrellevar los momentos difíciles que suelen vivirse en un hospital.
“El libro es una ventana para salir del entorno hospitalario, que generalmente no es el que queremos. Muchos niños, padres y adultos encuentran en la lectura un alivio, una compañía”, destacó Bratin.
El proyecto se sostiene gracias a las donaciones de libros, especialmente de literatura infantil. Las voluntarias los sellan y etiquetan con la frase ‘Leer sana – Biblioteca del hospital’, para que quienes los reciban conozcan su origen. Además, se comparte el trabajo a través de Instagram (@leersanapuertomadryn), donde la comunidad puede contactarse para colaborar con donaciones o sumarse como voluntarios.
“Todo lo que hacemos es gracias a la gente de Madryn. Los libros circulan, viajan al interior o se quedan en manos de quienes los leen. Lo importante es que estén al alcance y cumplan su propósito: sanar, acompañar y conectar”, subrayó la escritora.
El espacio, que comenzó con pocos estantes, hoy cuenta con rincones de lectura, mesitas y juguetes, lo que le da más vida al pasillo del hospital pediátrico. La intención es seguir creciendo y sumar más mobiliario para ampliar el acceso a la lectura.
Bratin concluyó con emoción:
“Ojalá este reconocimiento abra más puertas. Es un trabajo hecho por la comunidad y para la comunidad. La frase ‘Leer sana’ la hacemos entre todos.”