Agustín de la Fuente, presidente de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), confirmó en que “ya están en el agua” las embarcaciones, marcando un punto de inflexión en un conflicto que mantenía paralizada la actividad.
El entendimiento alcanzado entre las partes involucradas —las cámaras empresarias, el Estado nacional y los sindicatos— permitió destrabar un escenario complejo. Entre los puntos clave del acuerdo se encuentra la implementación del esquema de pago 70/30 y la decisión del Estado de homologar los convenios de manera conjunta, a través de las cámaras, y no individualmente con cada empresa.
Una resolución que pudo haberse anticipado
Consultado sobre si las soluciones encontradas estaban sobre la mesa desde el inicio del conflicto, De la Fuente reconoció que “sí, estaban dando vueltas”, pero remarcó que “no fue una discusión caprichosa”. Según explicó, hubo una confusión sobre quién tenía la potestad de definir ciertos puntos, como el 70/30, algo que finalmente se esclareció al determinarse que era una facultad del Estado nacional y no del sindicato.
“Eso fue lo que dio claridad y una solución inicial para todos”, sostuvo, destacando además que el acuerdo incluye una cláusula clave: el compromiso de revisar, a partir de enero, el esquema de sueldos y la proporcionalidad en la producción. “Es un punto que veníamos pidiendo y que del otro lado se negaban a tratar”, agregó.
El mar como recurso y como símbolo
De la Fuente también celebró que, tras los acuerdos, no solo la flota tangonera está operando, sino también los barcos fresqueros, lo que augura una temporada más estable. No obstante, llamó a mantener recaudos ante la posibilidad de extender la temporada, recordando que esta decisión depende de las autoridades nacionales y, sobre todo, de criterios biológicos que garanticen la sustentabilidad del recurso.
En este sentido, enfatizó que “el cuidado del recurso es lo que nos permite ser previsibles en el tiempo” y trabajar con una mirada a largo plazo, tanto para las empresas como para los trabajadores del sector.
La situación de los relevos: sin resolución formal, pero con gestos
Sobre la situación de los marineros eventuales —los llamados “relevos”— que alternan mareas con las tripulaciones estables, De la Fuente reconoció que no hay una resolución formal desde la Cámara, pero que muchas empresas están dispuestas a brindarles oportunidades laborales durante esta temporada reducida. “Son sus trabajadores también, y entiendo que no dejarlos sin trabajo hasta el año que viene no sería lo mejor”, dijo.
El mar en streaming: una nueva forma de acercarse a la pesca
Consultado sobre el fenómeno del streaming en vivo del fondo del mar —una iniciativa reciente del CONICET que mostró imágenes en tiempo real de la fauna marina—, De la Fuente valoró positivamente la iniciativa y celebró el interés creciente del público por el mundo marino.
“Nos pone contentos ver esta reacción. El mar tiene muchas cosas buenas para mostrar, no solo conflictos”, afirmó. Destacó además el impacto positivo que tiene este tipo de iniciativas en la comunidad académica y en los jóvenes, generando interés en carreras como ingeniería pesquera, administración portuaria y otras relacionadas.
Mirada a futuro
Finalmente, De la Fuente subrayó que la clave está en trabajar con previsibilidad y en reconocer el rol de instituciones como el CONICET, el INIDEP y las universidades públicas, que ayudan a generar conocimiento, conciencia y formación en torno a la actividad pesquera.
“El mar es mucho más que una actividad económica. Es una fuente de sustento, de biodiversidad y de oportunidades. Hay que ponerlo en valor y protegerlo”, concluyó.