El Gobierno provincial, junto a las cooperativas de servicios públicos y el sistema de bomberos voluntarios, firmó un convenio para establecer un nuevo mecanismo de financiamiento que busca reemplazar el anterior cobro compulsivo de la “tasa de bomberos” en las facturas de servicios. Este cambio surge tras una resolución nacional que prohíbe incluir en las facturas conceptos ajenos al servicio efectivamente prestado.
Valeria Lewis, presidenta de la Federación de Cooperativas de Servicios Públicos del Chubut, explicó en diálogo con [nombre del medio/radio] que el nuevo esquema apunta a legalizar el cobro mediante una figura cooperativa. En lugar de una tasa municipal obligatoria, se tratará de un acto cooperativo aprobado en asambleas, con la opción para el usuario de dar de baja voluntariamente el ítem si así lo desea.
“No va a ser una tasa impuesta por el municipio, sino una decisión de la propia cooperativa y sus asociados. Y quien no desee abonarla, podrá solicitar su baja de manera voluntaria y automática”, afirmó Lewis.
El origen del conflicto
El conflicto comenzó a raíz de una resolución del Gobierno nacional que impide a las prestadoras incluir en sus facturas conceptos que no estén directamente relacionados con el servicio que brindan. En Chubut, esto afectó principalmente a los cuarteles de bomberos voluntarios, cuya principal fuente de financiamiento eran justamente estos aportes incluidos en las facturas de energía eléctrica.
Los intentos de amparo judicial para frenar la aplicación de la resolución nacional fracasaron en la provincia, aunque aún existen fallos favorables en otras jurisdicciones, como en Santa Fe. Mientras tanto, el Ejecutivo chubutense buscó una salida institucional que permita continuar con el sostén económico de los bomberos.
El modelo propuesto
Según explicó Lewis, el modelo que se replicará en distintas localidades se basa en la experiencia de la Cooperativa de Comodoro Rivadavia, donde el cobro se realiza como un acuerdo voluntario entre los usuarios y los cuarteles de bomberos, y ha sido validado por la Secretaría de Comercio.
Cada cooperativa deberá convocar una asamblea extraordinaria en la que se someta a votación el convenio con los bomberos. En caso de ser aprobado, se habilitará el cobro del aporte en las facturas, aunque no será obligatorio: cualquier socio podrá rechazarlo expresamente.
“La Secretaría de Comercio nacional ha cuestionado principalmente el carácter compulsivo del cobro. Esta nueva modalidad busca atender ese punto, ofreciendo una herramienta solidaria pero opcional”, sostuvo Lewis.
Posiciones encontradas dentro del movimiento cooperativo
Consultada sobre la postura de las cooperativas frente a este nuevo esquema, Lewis reconoció que existe diversidad de opiniones. Algunas cooperativas consideran que estos ítems adicionales aumentan la carga administrativa y complejizan la relación con el usuario. Otras, en cambio, lo ven como una extensión del espíritu solidario del cooperativismo.
“Como empresa cooperativa, creemos en acompañar a las instituciones del pueblo, como los bomberos o las bibliotecas populares. Pero también entendemos que es más sencillo colaborar con recursos ajenos, y eso debe tratarse con responsabilidad”, señaló.
Cooperativas intervenidas y otras soluciones
El proceso no será inmediato ni uniforme. Algunas cooperativas, como las de Trelew y Rawson, se encuentran intervenidas y no tienen sus delegados actualizados, lo que impide avanzar con asambleas. En estos casos, se está evaluando solicitar autorización directa a la Defensoría del Consumidor nacional para continuar con el cobro de manera transitoria.
En otras localidades, como El Maitén, ya se eliminó el ítem en las facturas, dejando a los bomberos sin recursos. Y en Esquel, se evalúa implementar una boleta troquelada voluntaria para que los vecinos puedan colaborar con los cuarteles.