Madryn

Nos están dejando sin sueldo y sin obra social”, denunció el SOMU

Mientras la zafra del langostino sigue sin arrancar en aguas nacionales, la tensión entre el sector sindical y las empresas pesqueras continúa escalando. César Zapata, Secretario del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) en Puerto Madryn, denunció públicamente que muchos marineros no están cobrando el sueldo garantizado, un derecho que, según indica, debe respetarse incluso durante medidas de fuerza gremiales.

“Hay una preocupación muy grande. Lo que estamos viendo es que ni siquiera se está pagando el mensual garantizado, que es de 500.000 pesos. Algunas empresas abonaron solo 14, 7 u 8 días. Eso no alcanza ni para cubrir la obra social”, alertó Zapata.

El secretario sindical aclaró que actualmente no hay un paro activo, como argumentan algunas empresas para justificar los recortes. “Nosotros no estamos de paro, y aunque lo estuviéramos, eso no es excusa para no pagar lo que por ley corresponde. El salario garantizado no está sujeto a productividad ni a la actividad plena. Es un ingreso mínimo asegurado”, afirmó.

Desde el SOMU, estiman que solo un 30% de la flota está afectada por esta situación, aunque la preocupación se extiende a todo el sector, ya que la falta de pagos y cobertura médica golpea a familias enteras en plena temporada invernal.

“La gente ya está cansada. Venimos arrastrando conflictos hace tiempo. Ahora vemos que algunos empresarios están echando más nafta al fuego”, expresó Zapata, visiblemente molesto. “Hay afiliados que nos dicen que no ven voluntad de diálogo ni intención de las empresas de retroceder en los recortes”.

La zafra, en riesgo

A medida que se dilata la solución del conflicto, la posibilidad de reactivar la pesca de langostino en aguas nacionales se vuelve cada vez más remota. El tiempo apremia y, con él, crecen las dudas sobre si será posible iniciar la temporada en condiciones normales.

“Estamos esperando una intervención del gobierno nacional. También estamos en diálogo con algunas empresas para intentar destrabar el conflicto. Pero la situación es compleja”, reconoció Zapata.

Un conflicto que no cede

La falta de pago afecta directamente la posibilidad de los marineros de afrontar gastos básicos como servicios o alimentación. Pero, aún más grave, es la pérdida de cobertura médica para sus familias. “No pagar el garantizado significa también dejar al trabajador sin obra social. Eso ya no es una cuestión salarial, es un abandono”, advirtió el referente gremial.

En Puerto Madryn y otros puertos patagónicos, el conflicto sigue latente. El malestar se acumula y, de no haber una solución urgente, el estancamiento podría derivar en medidas más drásticas, con consecuencias económicas y sociales para toda la región.

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