Mediante el Decreto 462/2025, el Gobierno nacional dispuso la disolución de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), organismo descentralizado creado por la Ley 27.669 durante la gestión del Frente de Todos. La medida fue firmada por el presidente Javier Milei, junto al jefe de Gabinete Guillermo Francos, el ministro de Economía Luis Caputo y el ministro de Salud Mario Lugones.
La decisión forma parte del proceso de desregulación del Estado que impulsa el actual gobierno y busca, según se argumenta en los considerandos del decreto, eliminar estructuras burocráticas redundantes y costosas. El ARICCAME contaba con cinco secretarías de jerarquía equivalente a secretarías de Estado, lo que había generado críticas por la superposición de funciones con otros organismos ya existentes.
Funciones redistribuidas
Con la eliminación del ARICCAME, el gobierno redistribuyó sus competencias de la siguiente manera:
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La ANMAT se hará cargo de la regulación del cannabis con fines medicinales, tal como lo hace con otras sustancias terapéuticas.
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La Secretaría de Industria asumirá el control del cáñamo con destino industrial.
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La Secretaría de Agricultura se ocupará de la regulación de semillas y la propagación vegetal de la planta de cannabis.
Críticas al modelo anterior
Desde el oficialismo, calificaron a ARICCAME como “un ejemplo del uso del Estado para crear estructuras con fines políticos o clientelares”, y argumentaron que se trataba de un “organismo duplicador de funciones” cuya existencia respondía a una lógica de “multiplicación de cajas” heredada del kirchnerismo.
“Armar el monstruo es fácil, desarmarlo es mucho más complicado”, señalaron desde la Secretaría de Transformación del Estado, destacando la tarea de coordinación que implicó reabsorber las funciones del organismo disuelto.