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Agustín de la Fuente: La crisis “es mucho más profunda de lo que algunos creen”

La Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), uno de los actores más relevantes del sector empresario pesquero en la Argentina, atraviesa una situación crítica. Su presidente, Agustín de la Fuente, confirmó que la flota tangonera congeladora anunció que no participará en la temporada de langostino en aguas nacionales y no volverá a operar hasta 2026.

El motivo principal es la falta de acuerdo con el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), que ha impedido resolver la crisis laboral y económica que atraviesa la industria. Según explicó De la Fuente en una entrevista, la negociación con el gremio ha sido infructuosa debido a una “intransigencia total” por parte del SOMU, que ha llevado a que el sector empresario se vea obligado a tomar esta drástica medida.

“Cada vez que nos sentamos a negociar, lo único que recibimos fue intransigencia. En la última reunión, la situación fue tan grave que no solo nos corrieron el arco, sino que se lo llevaron”, indicó el dirigente empresario, que también destacó que a pesar de la insistencia de las cámaras empresarias, la negociación está cerrada por el momento.

El problema se agravó cuando el SOMU retiró una propuesta de absorber los básicos, una medida que había planteado inicialmente en la mesa de negociación y que hubiera sido un avance hacia un acuerdo. Esta decisión contribuyó a la ruptura definitiva del diálogo.

La suspensión de la temporada implica un fuerte impacto económico para el sector, que ya cuenta con más de 100 barcos amarrados en los puertos. Empresarios como Daniel Antonio, de Mar del Plata, expresan la desesperación de salir a pescar para no perder mercado y clientes en el exterior, aunque la situación económica sea insostenible.

Sobre la posibilidad de que el Estado intervenga para forzar una solución, De la Fuente señaló que, si bien la autoridad laboral, representada por el Secretario de Trabajo de la Nación y la ministra de Trabajo, ha expresado malestar por la postura del SOMU, no ha habido medidas contundentes que destraben el conflicto.

Además, mencionó un controversial sistema 70-30, en el que el 70% de la producción se paga en negro y solo el 30% en blanco, una situación irregular que refleja la crisis estructural que atraviesa la pesca tangonera. “Queremos ser previsibles, transparentes, pero sin resolver la cuestión de fondo, no es posible proyectar un plan de negocios”, afirmó.

El cierre de la temporada, que normalmente se extiende hasta finales de septiembre o principios de octubre, deja en vilo el futuro inmediato del sector. La falta de un acuerdo con el SOMU, sumada a las tensiones internas y las próximas elecciones gremiales, mantienen al sector en una situación de incertidumbre.

Para Agustín de la Fuente, la crisis “es mucho más profunda de lo que algunos creen”, y destaca la necesidad urgente de diálogo y acuerdo para evitar la desintegración de un sector clave para la economía regional y nacional.

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