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Reformas laborales: advertencias sobre el nuevo sistema de indemnizaciones

El debate sobre la reforma laboral vuelve a instalarse con fuerza. El fondo de cese laboral y los fideicomisos como alternativas al actual sistema de indemnización tradicional han generado expectativas, resistencias y muchas dudas sobre su aplicación y viabilidad a largo plazo. En diálogo con este medio, el abogado laboralista Jorge Chelini analizó los avances, límites y riesgos de estas iniciativas.

Mucho proyecto, poca instrumentación

Chelini remarcó que, si bien existen diversas resoluciones y propuestas sobre la mesa, aún no hay una implementación concreta: “Hay mucho ruido pero todavía falta mucho para concretarse”, señaló. El fondo de cese laboral, por ejemplo, aún no ha sido incorporado de manera efectiva en ningún convenio colectivo homologado, condición necesaria para su operatividad legal.

Según explicó, este fondo funciona como una cuenta individual para cada trabajador, financiada por el empleador mediante un aporte mensual, y destinada a cubrir una eventual desvinculación laboral. La administración de esos fondos recaería en una entidad especializada que todavía no ha sido definida con claridad.

Fideicomisos: el lado financiero de la reforma

Uno de los principales avances mencionados por Chelini es la autorización por parte del Gobierno de instrumentos financieros, como los fideicomisos, para respaldar las indemnizaciones. “Estos mecanismos generan grandes cajas que deben responder en el futuro, implicando un manejo fenomenal de dinero”, explicó.

La lógica detrás de estos instrumentos es evitar que las empresas deban afrontar grandes erogaciones al momento de una desvinculación laboral. En cambio, se constituirían reservas mensuales que luego cubrirían la indemnización correspondiente.

Sin embargo, advirtió que el sistema depende en gran medida del destino y gestión de esos fondos. “Lo que tiene que haber es una vigilancia estricta para que no se transforme en una timba financiera”, afirmó, al tiempo que expresó sus dudas sobre la capacidad de la economía argentina para sostener este tipo de esquemas en el largo plazo.

¿Un modelo como las AFJP?

Chelini comparó este sistema con el fallido modelo de las AFJP: “Es muy parecido, un sistema de ahorro individual. Pero si no hay estabilidad, el riesgo es que el trabajador termine cobrando mucho menos de lo que aportó”. En ese sentido, recalcó que actividades con alta rotación laboral, como la construcción (donde ya se aplica el fondo de cese administrado por el Banco Nación), pueden adaptarse mejor que otros sectores donde los trabajadores tienen antigüedades de 20 o 25 años.

¿Desincentivo a la estabilidad laboral?

Uno de los puntos más críticos que señaló el especialista es que este tipo de mecanismos podría, en la práctica, facilitar el despido y debilitar la estabilidad laboral: “Si tengo un fondo que responde por mí, ya no tengo costos al despedir. Entonces, el concepto de promover relaciones laborales estables, que está en la Ley de Contrato de Trabajo, pierde fuerza”, explicó.

En su análisis, esto no sólo precarizaría el vínculo laboral, sino que también atenta contra el espíritu de la Constitución Nacional que consagra el derecho a la estabilidad en el empleo.

El trabajador, sin aportes adicionales

Ante la preocupación de que estos fondos puedan significar una reducción del salario del trabajador, Chelini aclaró que el aporte sería únicamente del empleador, sin afectar el ingreso mensual del empleado: “La ley habla de contribución patronal, no de un descuento al trabajador”.

Derechos colectivos en disputa

En otro tramo de la conversación, Chelini se refirió a las reformas que el Gobierno intentó introducir en materia de derecho colectivo, especialmente respecto del derecho de huelga. Según detalló, distintas modificaciones fueron judicializadas y, en muchos casos, declaradas inconstitucionales.

“Se pretendió restringir el derecho de huelga a un 50% del personal en actividades esenciales, pero la Justicia del Trabajo consideró estas restricciones como excesivas”, indicó. Además, criticó que se introdujeran reformas laborales encubiertas dentro de leyes destinadas a otros fines, como la ley de navegación.

El desafío de una reforma sustentable

Para Chelini, el éxito o fracaso de estas iniciativas dependerá en gran parte del contexto económico argentino, históricamente volátil. “Mientras no logremos estabilidad económica por 20 o 25 años, todos estos fondos estarán sometidos a riesgo”, concluyó.

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