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Pesca de langostino: capitanes acuerdan con cámaras empresarias y marcan el primer paso hacia el inicio de la temporada

El gremio que representa a los capitanes, pilotos y patrones de pesca logró un acuerdo clave con las cámaras empresarias que podría significar un primer paso hacia la normalización de la temporada de langostino, una de las más esperadas del año por su impacto en el empleo y las exportaciones.

Así lo confirmó Jorge Frías, secretario general del sindicato AACPyPP, en diálogo con este medio. “Nosotros ya tomamos nuestra decisión, fijamos nuestra posición y hoy no somos un factor que esté trabando la posibilidad de salir a trabajar”, afirmó. Aunque aclaró que el conflicto no está resuelto: “Faltan todavía las decisiones de los gremios de marineros y conductores de máquina”.

Un convenio con valor de referencia basado en exportaciones

El acuerdo alcanzado con las cámaras empresarias incluye una modificación clave del convenio colectivo: se establece un nuevo criterio para la liquidación salarial, que estará basado en los precios promedios de exportación del langostino, informados por la Aduana. Este cambio implica dejar atrás un valor de referencia arbitrario que, según Frías, estaba totalmente desactualizado y carecía de transparencia.

“Esto nos permite salir de un valor impuesto unilateralmente por las empresas y establecer un parámetro automático, libre, sin la injerencia directa de ninguna de las partes”, explicó el dirigente gremial. Y añadió: “Este punto no se había tratado en años, y eso nos llevó a esta coyuntura”.

El salario mínimo asegurado para los capitanes de pesca, según Frías, asciende a 6.900 dólares brutos mensuales. Aunque cada capitán negocia de forma individual con los armadores, el nuevo esquema busca generar una base justa, actualizable y previsible.

Un acuerdo con límites y sin condicionamientos

El convenio colectivo de los capitanes fue firmado en 2014 y, a diferencia de otros gremios del sector, no se rige por los viejos convenios del año 1975. Frías remarcó la autonomía de su gremio y aclaró que el acuerdo alcanzado no condiciona ni impone posiciones al resto de los sindicatos.

“Cada gremio maneja sus tiempos. Nosotros no aceptamos sumas no remunerativas como hicieron otros, porque eso es un blanqueo del trabajo negro avalado por el Estado. Pero respetamos la libertad sindical”, sostuvo.

También destacó que el acuerdo incluye mejoras adicionales, como la suba del salario básico de 1 a 1,5 millones de pesos, y la reducción de la cuota sindical del 2,5% al 1% como gesto hacia los trabajadores.

No obstante, Frías fue claro en marcar los límites: “Este acuerdo solo se aplica a dos cámaras: CAPIP y CAPeCA. Ninguna otra empresa o cámara está alcanzada por lo firmado”.

La temporada sigue en suspenso

Pese a este paso adelante, la temporada de pesca de langostino en aguas nacionales sigue sin comenzar. La razón: los gremios de marineros (SOMU) y conductores navales aún no han llegado a un acuerdo con las empresas. En ese marco, Frías pidió que se mire más allá de los intereses sectoriales.

“Nos quedan tres meses de trabajo. Cada gremio pagará el costo de no trabajar. Pero nosotros creemos que hay que pensar también en toda la cadena laboral. Hay familias desesperadas, marchando en las ciudades, y no podemos mirar solo nuestro ombligo”, sostuvo con firmeza.

Una crisis con múltiples aristas

La pesca es una de las principales actividades exportadoras del país, y el langostino uno de sus productos estrella. Sin embargo, la temporada actual se ha visto empantanada por conflictos laborales, reclamos salariales cruzados y un escenario económico adverso.

La presión de las cámaras para “readecuar” los valores salariales, el impacto del dólar y la carga del impuesto a las Ganancias sobre salarios en dólares han generado tensiones difíciles de resolver.

“Este acuerdo no resuelve todo, pero permite trabajar y reactivar parte de la actividad. Después seguiremos discutiendo, como siempre ocurre en las paritarias”, concluyó Frías.

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