Rodrigo Colihuinca, un joven de 17 años brutalmente asesinado en marzo de 2012, vuelve a resonar con fuerza en la opinión pública. Tras más de una década de incertidumbre, frustración e impunidad, una nueva pista científica ofrece un rayo de esperanza para su familia y para todos quienes nunca dejaron de exigir justicia.
En diálogo con un programa radial local, Juan Colihuinca, padre de Rodrigo, confirmó que una de las seis muestras de ADN recientemente analizadas dio resultado positivo, vinculando a un nuevo sospechoso con la escena del crimen. El dato fue comunicado por su abogada, la doctora Olga Barrio, quien ha intensificado los esfuerzos investigativos en los últimos meses.
“Este resultado es muy importante, porque se trata de una de las personas que estuvo presente en el lugar”, expresó Colihuinca con cautela pero también con renovada esperanza. “Sería la segunda persona involucrada directamente en el crimen de Rodrigo, y se está trabajando sobre una tercera”, agregó.
Un Caso Congelado en el Tiempo
Rodrigo Colihuinca fue asesinado fue hallado descuartizado en un descampado del barrio Malvinas Argentinas , un hecho que conmocionó a la comunidad local. En su momento, la falta de pruebas concluyentes, contradicciones en los testimonios y una aparente desidia judicial mantuvieron el caso estancado durante años. Las marchas de estudiantes y vecinos clamando justicia se convirtieron en una postal recurrente, pero el expediente dormía sin avances significativos.
El punto de quiebre llegó hace aproximadamente un año, cuando un joven se presentó espontáneamente en la comisaría afirmando saber quién había asesinado a Rodrigo. Mencionó incluso que ciertos elementos vinculados al crimen podrían haber estado enterrados en su patio. Sin embargo, su testimonio fue rápidamente desestimado por su defensor, quien alegó que el declarante se hallaba bajo los efectos de sustancias psicoactivas y en un estado de “alienación”.
A pesar de ello, esta persona quedó “arrimada a proceso”, tal como lo expresó el propio Juan Colihuinca, y debe presentarse regularmente ante la justicia. Actualmente no está detenido, pero sigue bajo la lupa de la Fiscalía, que avanza con una nueva estrategia basada en evidencias genéticas.
Una Luz Después del Dolor
A lo largo de estos 13 años, la familia Colihuinca nunca bajó los brazos. “No podemos dejar a nuestro hijo descansar en paz mientras no haya justicia”, afirmó Juan con la voz entrecortada. Agradeció a su familia por acompañarlo incondicionalmente, y también destacó el trabajo de la nueva defensa, que logró que finalmente se enviaran las muestras de ADN pese a la demora por “falta de presupuesto”.
“Hace 15 días estuve en Fiscalía con el doctor Moyano. Me confirmaron que el tipo no está loco ni delirando: está bien, y lo que dijo podría llevarlo a juicio”, explicó el padre de Rodrigo, evidenciando que las piezas comienzan a encajar.
Expectativas y Próximos Pasos
La causa ya cuenta con un imputado formal, y el hallazgo del ADN positivo abre una nueva etapa judicial. La expectativa gira ahora en torno a una tercera persona que estaría siendo investigada como posible coautor del crimen. Según declaraciones del propio Colihuinca, habría avances firmes en esa dirección y se esperan novedades en las próximas semanas.
Aunque el camino ha sido largo y doloroso, la familia Colihuinca siente que, por primera vez en años, se vislumbra una posibilidad real de justicia. “Siempre luchamos por esto, sin descanso”, concluyó Juan. “Ahora hay una esperanza.”
