La causa de los pingüinos: “No hubo cadáveres ni huevos rotos”
Rufa, abogado defensor de La Regina, cuestionó duramente la sentencia de primera instancia que condenó a su defendido por la presunta destrucción de nidos y muerte de pingüinos durante una tarea de alambrado. Según explicó, ya se realizó una audiencia de impugnación y el fallo de la Cámara se conocerá el próximo 21 de mayo.
“El argumento central de nuestra apelación es que no existió ningún pingüino muerto ni huevo roto. La sentencia sostiene que una máquina aplastó 35 pingüinos y que los restos fueron devorados por carroñeros en un plazo de cinco horas. Es un razonamiento insostenible”, afirmó.
Rufa además denunció que el caso fue “inflado mediáticamente” y que La Regina fue convertido en un “demonio ambiental” por medios nacionales. Asegura que detrás del caso hay intereses económicos, premios internacionales y posicionamientos personales. “Borboroglu, el biólogo que impulsó la acusación, se benefició internacionalmente con esta causa”, apuntó, en alusión al investigador que fue testigo y perito clave en el juicio.
Asimismo, criticó el uso de términos como “ecocidio” y su vinculación con crímenes contra la humanidad. “Comparar esto con Vietnam o con el Holocausto es un disparate. Estamos hablando de un gaucho que hizo un alambrado legal”, expresó.