Cristian Darío Blotta, presidente del Tribunal de Disciplina del partido, confirmó las expulsiones de cuatro figuras reconocidas del peronismo provincial. Entre los sancionados se encuentran Gustavo Mac Karthy, Jorge Ávila, Lila Llonch y Pol Huisman, quienes fueron desafiliados por haber participado como candidatos en listas electorales ajenas al frente peronista en las elecciones de 2023.
“Esto no es una decisión personal —somos cinco miembros en el Tribunal— y la decisión fue unánime”, aclaró Blotta. Explicó que se siguió el procedimiento correspondiente, notificando a los implicados y otorgándoles un plazo de cinco días hábiles para presentar sus descargos, que no fueron entregados a tiempo. “El Tribunal actuó por pedido de los Consejos de Localidad y también por denuncias individuales de afiliados”, detalló.
La medida no es nueva en la historia del PJ, aunque en las últimas décadas se había relajado el control disciplinario. Ahora, según Blotta, se busca “reordenar y reestructurar” al partido, en un intento por recuperar la coherencia política y evitar lo que describió como “afiliados que entran por la ventana para después volver a representar al PJ sin haberlo respetado”.
Consultado sobre las acusaciones de que las expulsiones responden a presiones internas —particularmente del exintendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque— Blotta fue tajante: “No tenemos jefes. Nadie nos dijo qué hacer. Las resoluciones están basadas en pedidos formales y pruebas documentales”.
La polémica también alcanzó a otros nombres del panorama político chubutense, como Guillermo Almirón y Florencia Papaiani, quienes ejercen funciones en el actual gobierno provincial de Ignacio Torres (PRO). Según Blotta, aquellos afiliados que acepten cargos en gobiernos no peronistas deben comunicarlo al partido y justificar su decisión para no ser sancionados.
En un punto particularmente sensible, Blotta confirmó que el Tribunal actúa sobre hechos ocurridos desde las elecciones de 2023 en adelante, dejando fuera de análisis a situaciones anteriores. Esto deja fuera de toda sanción, por ejemplo, a Adrián Maderna, exintendente de Trelew, quien —pese a nunca haber sido candidato por el PJ— utilizó simbología y discurso peronista en sus campañas por otros partidos.
“Muchos se abanderan con los valores del peronismo pero después terminan votando o apoyando políticas contrarias”, lanzó Blotta en relación a Jorge Ávila, a quien criticó por haber acompañado políticas de ajuste a nivel nacional pese a representar trabajadores petroleros.
Lejos de esquivar la tensión política, Blotta defendió la labor del Tribunal como una tarea necesaria para “poner blanco sobre negro” y fortalecer una identidad partidaria clara. “No somos verdugos”, sostuvo, “simplemente estamos haciendo cumplir la carta orgánica”.