Una reciente investigación liderada por Mariano Ferrari, investigador del Grupo de SEMPAL (Sistema de Evaluación y Monitoreo de Pinnípedos del Atlántico Sur), advierte sobre el grave impacto que la epidemia de gripe aviar tuvo en la población de elefantes marinos del sur argentino. Los resultados del estudio, publicado recientemente, revelan una caída significativa en la cantidad de nacimientos durante la temporada reproductiva de 2023 y proyectan un escenario alarmante: la recuperación de la población podría tardar entre 20 y 100 años, dependiendo de la severidad del impacto y de posibles futuros brotes.
“Ya lo habíamos observado durante el censo, pero ahora lo pudimos cuantificar. Incluso en el mejor de los escenarios, donde solo se hubieran visto afectadas las crías, la población tardaría entre 15 y 20 años en recuperarse. En el peor de los casos, hasta un siglo”, explicó Ferrari.
El estudio se basa en más de cuatro décadas de monitoreo constante, una base de datos única que permitió proyectar distintos escenarios con modelos matemáticos y evaluar el verdadero impacto de la epidemia sobre esta especie longeva.
Un ecosistema frágil y en alerta
El brote de gripe aviar coincidió con el pico de la temporada reproductiva, momento en que los animales están más concentrados en las colonias. Si bien no se logró observar directamente una alta mortalidad de hembras adultas, los modelos sugieren que también podrían haber sido fuertemente afectadas, lo cual explicaría la dramática baja en nacimientos.
“El ecosistema ha quedado muy frágil. Esta colonia continental era la más importante del hemisferio sur y venía mostrando un leve pero sostenido crecimiento en las últimas décadas. Ahora, su estado de conservación ha pasado de ser de ‘preocupación menor’ a requerir una atención activa y constante”, señaló el investigador.
El rol del monitoreo y la importancia del largo plazo
Ferrari subrayó que el monitoreo constante es clave para evaluar tanto el presente como el futuro de la especie. “Al ser animales longevos, los verdaderos efectos de esta epidemia se van a ver dentro de cuatro o cinco años. Por eso es fundamental continuar con los censos y el seguimiento”.
La investigación es posible gracias al trabajo conjunto entre investigadores, guardafaunas, la Dirección de Fauna de la provincia y el financiamiento mixto de fondos públicos y privados. En ese marco, la reciente aprobación de una ley provincial que declara la protección del elefante marino en todo el territorio de la provincia es vista como una señal positiva para garantizar la continuidad de los estudios.
¿Qué se sabe sobre la gripe aviar en elefantes marinos?
Según Ferrari, se trata de un proceso natural que llegó a la población probablemente a través de aves. Durante el pico reproductivo, los elefantes marinos están en contacto estrecho, lo que facilita la propagación. Si bien algunos animales podrían generar anticuerpos con el tiempo, no se sabe cuántos permanecen susceptibles ni si una nueva cepa podría volver a afectar gravemente a la población.
“Es algo que hay que seguir monitoreando. En el último censo no se detectaron casos, lo cual es alentador, pero no podemos bajar la guardia”, concluyó.