A pesar de los incrementos en la tarifa de luz, la deuda corriente con CAMMESA sigue sin saldarse. El concejal Rubén Cáceres advierte que no se han tomado medidas estructurales y califica la situación como “una terapia intensiva con calmantes”.
La situación financiera de la Cooperativa de Servicios Públicos de Trelew continúa generando incertidumbre entre los usuarios y preocupación entre los funcionarios. A pesar de haberse aplicado fuertes aumentos tarifarios en los primeros meses del año, la entidad no logra cubrir ni siquiera la totalidad de la deuda corriente con CAMMESA, la mayorista energética nacional.
En diálogo con el programa radial conducido por Carlos, el concejal Rubén Cáceres —quien ha mantenido una postura crítica frente al manejo económico y administrativo de la cooperativa— ofreció detalles sobre el estado real de las cuentas. Según sus declaraciones, el pago de 1.000 millones de pesos anunciado por el interventor Matías Bourdieu corresponde apenas a una parte de la factura mensual, que con IVA incluido rondaría los 1.500 millones.
“Lo que parece una buena noticia en realidad demuestra que seguimos igual. El usuario pagó la tarifa completa, pero no se cubrió toda la factura corriente. Y mucho menos se avanza sobre la deuda histórica, que supera los 35.000 millones de pesos”, aseguró Cáceres.
El concejal explicó que el incremento tarifario autorizado en enero —y que impactó en las boletas desde febrero— estaba destinado justamente a equilibrar las finanzas y afrontar las obligaciones mensuales. Sin embargo, la cooperativa mantiene deudas con otros actores clave como el sindicato, la AFIP y proveedores, lo que impide lograr ese equilibrio.
Cáceres también cuestionó que, si bien se hablaba de un eventual superávit en los informes del interventor, no se ha registrado ningún avance estructural. “El problema es de costos, sobre todo del lado laboral. El propio interventor coincide con ese diagnóstico. Pero no se han tomado las medidas de fondo necesarias”, afirmó.
Uno de los datos más preocupantes que surgió de la entrevista es que la cooperativa aún no cuenta con un contrato de concesión firmado, ni tiene balances aprobados, lo que refleja una falta grave de institucionalidad. Para el concejal, los avances durante la intervención han sido mínimos: “Es un enfermo en terapia intensiva al que le están dando aspirinas”.
En este contexto, Cáceres reconoció que los concejales tienen un rol limitado en cuanto al control de la vida interna de la cooperativa, pero advirtió que deben velar por la transparencia tarifaria y la calidad del servicio. También opinó sobre la reciente presentación del dirigente Federico Massoni en la banca del vecino, quien arremetió contra la estructura sindical y administrativa de la cooperativa. “Dijo cosas ciertas y otras no tanto, pero el problema de fondo sigue siendo el mismo”, concluyó.