Un nuevo avance en la causa ofrece una esperanza renovada a su familia: una pericia genética reciente ha arrojado un resultado positivo que vincula a una persona con la escena del crimen.
La Dra. Olga Barrios, actual representante legal de la familia Colihuinca, explicó en una entrevista radial que se trata de una coincidencia genética entre una muestra levantada en el lugar de los hechos en 2011 y el perfil de un individuo que en ese entonces tenía 15 años. Si bien hoy es mayor de edad, su condición de menor al momento del hecho lo coloca bajo el régimen de inimputabilidad, de acuerdo a la legislación vigente.
“Este hallazgo nos genera esperanza, pero también un sabor amargo, porque no podrá ser sometido a juicio”, expresó la abogada, aludiendo al impacto que la revelación tuvo en la familia de la víctima.
La investigación, que había permanecido estancada durante años, se reactivó a partir de una declaración espontánea realizada en 2023 por un hombre que se presentó ante la policía manifestando conocer detalles del crimen. Esta declaración permitió abrir nuevas líneas investigativas, orientadas a su entorno, y condujo a la identificación de nuevos posibles involucrados.
Actualmente, el Ministerio Público Fiscal está cotejando perfiles genéticos de otras personas con evidencia hallada en la escena. Según informó la Dra. Barrios, se ha convocado a siete individuos para la toma de muestras que serán analizadas en laboratorios especializados.
Respecto a los plazos, la causa se encuentra en una etapa crítica. “Estamos dentro del margen procesal, pero el tiempo apremia. La prórroga vigente vencerá en pocos meses y es fundamental avanzar antes de fin de año para evitar la prescripción de la causa”, indicó la abogada.
El caso Colihuinca ha estado marcado por su gravedad y el prolongado tiempo sin resolución judicial. Rodrigo fue hallado sin vida en un terreno descampado, y las circunstancias del crimen han generado una profunda conmoción social.