Luego de una reunión con autoridades de la cooperativa Servicoop, la concejala Andrea Rueda expresó su preocupación por el rechazo a un proyecto de ordenanza que proponía regular el cobro del ítem de energía eléctrica en barrios precarizados, donde cientos de familias dependen exclusivamente de la electricidad para calefaccionarse.
“Fue una reunión positiva en el diálogo, pero con un sabor amargo porque el proyecto no avanzó”, señaló Rueda. La propuesta, según explicó, no pretendía eximir ni subsidiar el pago de la factura, sino establecer un marco normativo que permita fraccionar el ítem de energía en cuotas, en aquellos casos que superen los 350 kilowatts mensuales, durante los meses más fríos del año.
La medida buscaba alcanzar a un grupo de familias previamente relevadas, que actualmente reciben ese beneficio de manera discrecional, a través de una resolución interna del Consejo de Administración de la cooperativa (Resolución 173), sin difusión pública ni garantía de acceso igualitario. “No estamos pidiendo un perdón de deuda, sino que se formalice un derecho para quienes realmente lo necesitan. Hoy depende de decisiones internas que no siempre se conocen”, explicó.
Rueda también criticó la falta de previsión por parte del Ejecutivo municipal, al haber vendido lotes sociales en zonas sin infraestructura básica. “La gente construye sus casas como puede, sin servicios. Y en medio de un contexto de ajuste nacional y sin obra pública, la situación se agrava. El Estado debería acompañar, no castigar”, subrayó.
Uno de los ejemplos más urgentes señalados por la concejala fue el corte de luz a un merendero que funciona en una vivienda particular y que recibió una factura de $250.000 en pleno otoño. “Este tipo de espacios cumplen una función social importantísima. No puede ser que queden desamparados. Esto no es justicia social, es abandono”, expresó visiblemente molesta.
Finalmente, Rueda insistió en que la intención del proyecto era formalizar una herramienta de ayuda ya existente, para que deje de ser discrecional y se convierta en un derecho accesible para quienes lo necesitan. “No podemos ser fuertes con los débiles y débiles con los fuertes. La política tiene que estar del lado de quienes más lo necesitan”, concluyó.