La reciente liberación del cepo cambiario, sumado a la amenaza de reinstaurar retenciones, ha generado un profundo malestar en el sector, que ya venía golpeado por una carga impositiva considerada de las más altas del mundo y una relación tirante con el Gobierno nacional.
GIULIANO VESTUTI, integrante de la Cámara de la Flota Amarilla del Chubut, dialogó con este medio y trazó un panorama preocupante para el corto y mediano plazo: “La liberación del cepo, sin ninguna medida complementaria como la suspensión de los derechos de exportación, no aporta competitividad. Solo agrega más incertidumbre y angustia”.
Un alivio que no llegó
Desde el sector había expectativas de que, al igual que otras economías regionales y el campo, la pesca pudiera recibir un alivio fiscal con la suspensión temporaria de las retenciones. Sin embargo, el mensaje presidencial del lunes pasado fue claro: si no hay liquidación de divisas, volverán las retenciones. VESTUTI lo resume con desilusión: “Ese alivio tan necesario, que muchos esperábamos, no va a pasar”.
El presidente de la Nación había asegurado que las retenciones no están en agenda para la pesca, pero los referentes del sector aseguran que esa promesa está lejos de cumplirse. “La mirada del Gobierno hacia la pesca sigue siendo con desprecio, sin diálogo, y con aumentos en los derechos de extracción que, en algunos casos, como el langostino, superan el 80%”, denunció GIULIANO VESTUTI.
Problemas con el nuevo dólar y el frente externo
La eliminación del dólar blend también generó preocupación. El nuevo dólar oficial, que ronda los $1.230, no compensa los aumentos de costos internos, lo que impacta directamente en la rentabilidad de las empresas exportadoras. “La mejora cambiaria no significa mayores ingresos; solo encarece los costos, lo que agrava la situación”, indicó VESTUTI.
A esto se suman las trabas en el escenario internacional. Estados Unidos impuso una carga arancelaria del 10% para productos pesqueros argentinos, afectando a un mercado que venía mostrando interés creciente. Además, la Unión Europea mantiene un arancel del 12% para el langostino argentino, mientras que el camarón Vannamei (de cultivo, procedente de países como Ecuador) ingresa con arancel cero, generando una competencia desleal.
Impacto en la cadena de pagos y dudas hacia la próxima temporada
Pese a que la temporada en aguas provinciales finalizó con buenos niveles de captura, la comercialización no fue tan fluida como se esperaba. Muchas plantas procesadoras enfrentan dificultades financieras y todavía adeudan pagos por la materia prima adquirida durante el verano. “Hay barcos que no cobraron la pesca entregada. Y algunas plantas ya comunicaron que no comprarán langostino en la temporada de aguas nacionales”, aseguró VESTUTI.
Este sobrestock y la falta de liquidez podrían limitar la cantidad de barcos fresqueros en operación durante la próxima etapa de pesca en aguas nacionales. Además, persisten conflictos paritarios entre empresas y el sindicato SOMU, lo que agrega otra capa de complejidad al panorama.
Una actividad estratégica que sigue esperando respuestas
La pesca genera más de 10.000 puestos de trabajo en Chubut y decenas de miles más en todo el país. Sin embargo, sus representantes sienten que la actividad no tiene el reconocimiento que merece a nivel nacional. “Hay una falta de políticas específicas y de medidas que garanticen la competitividad de una industria clave para las economías regionales”, lamentó VESTUTI.
Mientras tanto, el sector sigue a la espera de definiciones y decisiones que le permitan sortear un 2025 que, por ahora, se perfila como un año de desafíos económicos, financieros y comerciales.