En la cuarta sesión ordinaria del Concejo Deliberante de Puerto Madryn, se trató la solicitud de la empresa CEMAD S.A. para la adjudicación de un lote con el objetivo de construir salas velatorias. La propuesta, que fue girada a la Comisión de Obras Públicas, generó un intenso debate entre los ediles, en particular por la rapidez con la que se intentó aprobar el expediente.
La concejala Andrea Rueda, del bloque Unidos y Organizados, fue una de las voces críticas respecto del procedimiento. Si bien dejó en claro su apoyo a la necesidad de nuevas salas velatorias en la ciudad y la importancia de fomentar la inversión privada, expresó su preocupación por la falta de tiempo para analizar en profundidad el expediente y la ausencia de diálogo con todas las partes involucradas.
“Nos entregaron el expediente el lunes, se hizo una comisión de apuro el miércoles y hoy ya estamos votando. No se puede trabajar así, sin un análisis adecuado. No podemos simplemente aceptar que nos arrojen los documentos y nos exijan votar sin un debate serio”, afirmó Rueda durante su intervención en la sesión.
Uno de los puntos cuestionados fue la reubicación del lote en cuestión, lo que, según Rueda, se resolvió de manera apresurada sin brindar explicaciones claras. Además, destacó la falta de transparencia en el proceso, subrayando que no se contó con la presencia de representantes de CEMAD S.A. para discutir la rentabilidad de la empresa y su capacidad de pagar un precio de fomento por el terreno en lugar de recibirlo como donación.
Otro aspecto mencionado fue el rol de Servicoop, la cooperativa local que recauda un aporte de los socios destinado a CEMAD S.A. Rueda insistió en que hubiera sido fundamental contar con la participación de su presidente en las comisiones para esclarecer su postura sobre la cesión de tierras. “Nos encontramos en una situación donde se está pidiendo un lote sin conocer claramente los números de la empresa y sin saber qué piensa la cooperativa”, sostuvo.
El expediente en cuestión requiere un tratamiento bajo el artículo 114 de la Carta Orgánica Municipal, lo que implica un proceso de doble lectura y la necesidad de obtener el voto afirmativo de dos tercios de los concejales. Durante la votación nominal, la postura de los ediles estuvo dividida, reflejando la controversia en torno al tema.