La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ha convocado a un paro nacional para el próximo 27 de marzo, medida que afectará a diversos sectores del ámbito público, incluyendo el personal de establecimientos escolares. La seccional local de ATE ha confirmado su adhesión al paro, lo que implica que los trabajadores de las escuelas no asistirán a sus lugares de trabajo ese día. En apoyo a esta protesta, el sindicato de trabajadores de la educación, ATECH, se sumará al paro con reclamos específicos relacionados con la situación del sector educativo.
Según comunicaron desde ATECH, la protesta se origina a raíz de la interrupción unilateral del diálogo paritario por parte del gobierno provincial, así como la oferta de recomposición salarial, que consideran insuficiente para cubrir las necesidades de los trabajadores. “El sueldo docente no alcanza”, afirmaron en un comunicado oficial, exigiendo la reanudación inmediata de las negociaciones salariales.
Los principales puntos que ATECH ha planteado incluyen la reapertura de la mesa paritaria, el rechazo a los aumentos salariales impuestos por decreto, la defensa de las escuelas domiciliarias y hospitalarias, así como mejoras y ampliación en la infraestructura educativa. Además, denuncian lo que consideran una persecución a los derechos sindicales y se oponen a cambios abruptos en la organización escolar.
El gremio responsabilizó directamente al gobernador por lo que califican como un “recorte en Educación” y una actitud de confrontación con los trabajadores del sector. Asimismo, apuntaron al Secretario de Trabajo de la provincia, a quien acusaron de permanecer en “silencio” frente a la falta de diálogo y las denuncias de persecución sindical dentro de las escuelas.
Un aspecto clave de la protesta es la exigencia de ATECH de que no se apliquen descuentos salariales a aquellos docentes que decidan adherir a la medida de fuerza, lo cual ha sido motivo de preocupación entre los trabajadores que temen represalias económicas por su participación en el paro.
En paralelo, la medida de fuerza de ATE a nivel nacional busca rechazar los posibles despidos masivos de más de 50.000 empleados públicos cuyos contratos vencen el 31 de marzo. Además del paro, se llevará a cabo una movilización hacia el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado en la Ciudad de Buenos Aires, donde se expresarán en contra de las políticas gubernamentales que consideran afectan gravemente los derechos de los trabajadores estatales.