En medio de un complejo escenario político y económico, Sergio Massa, líder del Frente Renovador, se encuentra en una situación complicada mientras busca equilibrar sus demandas por espacios políticos y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para asegurar apoyo financiero para Argentina.
Una de las principales preocupaciones es la economía, que se encuentra al borde del precipicio. Massa está negociando contra el reloj para evitar un colapso económico antes de diciembre y poder llegar a las elecciones con cierta estabilidad financiera.
Según informes de Wall Street, se espera que el FMI brinde un “salvavidas” a Argentina, pero el acuerdo será limitado y poco generoso para el gobierno. Se menciona la inclusión de una “banda de intervención” en el mercado para estabilizar el tipo de cambio y compensar el pago neto que Argentina debía realizar de 2.000 millones de dólares.
Sin embargo, antes de alcanzar el acuerdo con el FMI, Massa y el presidente Alberto Fernández deben implementar medidas correctivas que justifiquen la ayuda. Entre estas medidas se debate cómo ajustar el tipo de cambio sin recurrir a una devaluación masiva, lo cual sería complicado dado que podría implicar un encarecimiento del 30% en el tipo de cambio oficial.
En este contexto, se están evaluando diferentes propuestas para encarecer las importaciones sin anunciar una devaluación abierta. Algunas de estas propuestas incluyen aumentos temporales de aranceles a las compras del exterior o un régimen especial de recargos de impuestos sobre todas las importaciones. También se menciona la posibilidad de imponer impuestos como el impuesto PAIS o sobrecargos como anticipos del impuesto a las ganancias, lo que implicaría una devaluación encubierta.
En cuanto a las negociaciones con el FMI, se espera que Leo Madcur y Gabriel Rubinstein viajen a Washington para finalizar las discusiones y anunciar un acuerdo técnico a fines de junio. La intención es que el caso argentino sea tratado por el Directorio Ejecutivo del FMI el 7 de julio.
Sergio Massa se encuentra en una situación desafiante mientras busca espacios políticos y hace malabares con el FMI para asegurar apoyo financiero para Argentina. La economía del país está en una posición delicada.
La nominación de la fórmula Wado-Manzur y sus repercusiones políticas
La nominación de la fórmula Wado de Pedro-Juan Manzur para las elecciones generales en Argentina ha generado tensiones y heridas políticas significativas. La decisión de elegir a Manzur como compañero de fórmula de Wado de Pedro fue respaldada por los gobernadores, y Cristina Fernández de Kirchner transmitió este apoyo a Manzur durante una conversación en la que le aseguró que todos los gobernadores lo respaldaban.
Inicialmente, Cristina evaluó designar a su amiga, la senadora Claudia Abdala, como compañera de fórmula, pero esta opción fue desalentada por su esposo, el gobernador Gerardo Zamora. La nominación de Wado alivió a Axel Kicillof, quien estuvo inquieto durante el fin de semana, ya que Cristina insinuó la posibilidad de que él fuera el candidato a presidente. Máximo Kirchner alentó esta idea para deshacerse de Kicillof.
Sin embargo, a Cristina y Máximo no les agradó una supuesta afirmación de Kicillof que fue difundida entre sus seguidores en el Senado: “Voy a ser el único que políticamente quede en pie después de ganar en Buenos Aires”. Máximo respondió con insultos, ya que siente celos por la relación cercana entre Kicillof y la Vicepresidenta. Máximo se reunió con Sergio Massa y le ofreció ser senador por la Provincia, pero Massa duda debido a que considera que su trabajo y sacrificio como ministro merecen una mayor recompensa. Por lo tanto, ha exigido espacios amplios para el Frente Renovador, y han surgido rumores de una posible renuncia si no obtiene una posición favorable en la distribución.
Por otro lado, Daniel Scioli, quien fue mencionado como posible candidato a Jefe de Gobierno porteño, rechazó rápidamente la oferta, afirmando: “Soy manco, pero no boludo”. En el campo de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta anunciará su fórmula, con Gerardo Morales como su vice, y Miguel Pichetto ya se encuentra en su bloque.
La nominación de la fórmula Wado-Manzur genera tensiones y heridas políticas dentro de los diferentes sectores en Argentina. Las disputas y negociaciones por los espacios políticos continúan, mientras los distintos actores buscan asegurar posiciones favorables para las próximas elecciones generales.