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LA SALUD EN TERAPIA INTENSIVA

Si de un Estado completamente paralizado hablamos, Chubut es el vivo ejemplo de ello. Los sueldos siguen sin ser cancelados y los trabajadores padecen el frío silencio por parte de un gobierno que parece incapaz de solucionar algo, sino agravar aún más los conflictos. En ese marco crítico es que, a nivel mundial, explotó la pandemia del COVID 19 con efectos extremos en más de 100 países y que su avance implica padecimientos para la comunidad global.

Hoy observamos los ciudadanos desde afuera, lo que algunos medios destacaron como un “cruce” entre una Diputada Provincial de la oposición y el Ministro de Salud del Chubut. Su intercambio, hace reflexionar a cualquiera que lo pueda apreciar y de forma muy profunda dado que creo, estamos en un momento inflexivo para todo el mundo, en el que no da igual hacer que no hacer, decir o callar.

Hace pocas horas y de forma paralela, llegaban a mis oídos, mensajes de allegados y no tan allegados vinculados desde hace muchos años al servicio de salud pública, que advertían con preocupación, cansancio y hasta miedo, una realidad que existe y que, sin estar de un lado o de otro del “cruce” no podemos negar. Es que a pesar de las “discusiones políticas de políticos”, nuestro sistema de salud, el que tanto vos como yo financiamos con nuestros impuestos, está desde hace muchos años en un estado calamitoso, literalmente en terapia intensiva y con pronóstico reservado.

“Cuando comiencen a llegar casos (de coronavirus), ya nos advirtieron que nosotros (médicos, enfermeros y personal sanitario en general) nos íbamos a contagiar” se escucha decir por parte de una de las personas a las que ayer todos los argentinos rendíamos un simbólico homenaje a través de nuestros aplausos, en medio del aislamiento.  “Hay que evitar salir, porque si esto empeora no tenemos nada, de hecho sabemos que hay hospitales en los que ni siquiera hay alcohol” se leía en una réplica a preguntas enfáticas y emocionales, que intentaban obtener más información, aunque aquello cause personalmente pánico.

Volviendo al intercambio de caracteres entre el Ministro y la Diputada, no pude dejar de observar que de un instante al otro, se recurrió, por parte de uno de ellos, a la chicana política sobre “tu gobierno” y cuestiones de ese tenor, pero en ningún momento  se respondió con datos sobre el verdadero motivo de la cuestión: los recursos faltantes. Porque, en definitiva, el Ministro nunca indicó que sea mentira que faltan kits de bioseguridad, en ningún momento comentó la existencia de equipos de respiración suficientes, en ningún momento hablo de los elementos básicos que se están reclamando ¿No hay respuesta? ¿O es que sólo se puede atacar desde otros elementos, que no están en discusión, porque no hay nada para decir sobre el eje discursivo del intercambio?

“Caminar” el hospital. Que frase tan de manual que utilizan algunos para referirse a su “tarea de campo”, que cuestionable será en tanto no recolecte la veracidad de los hechos y que, contradictoriamente a ese supuesto conocer, los propios trabajadores exponen otra realidad. Voy a tomar algunas palabras textuales del comunicado de prensa que dieron a conocer los trabajadores del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia, al que titularon “Cuidar a los que cuidan”. Entre otras cosas, señalan que su trabajo se desarrolla en “condiciones laborales deplorables” y que “‘la emergencia sanitaria’ se da en el marco de la crisis económica del Chubut por el pago urgente de nuestros salarios (…) y en la defensa de la salud pública”, entendiendo que el contexto es fundamental para comprender lo que pasa en nuestra provincia y que es el origen de los reclamos. E indican algo sumamente importante “La crisis de la salud era preexistente al coronavirus”, frente a lo que exponen que “los trabajadores no contamos con los insumos y elementos de bioseguridad necesarios para hacer frente a esta pandemia (…) no hay insumos y atenta contra la seguridad de la población y de los propios trabajadores de la salud”.

Eriza realmente la piel pensar que en nuestros hospitales médicos y enfermeros, llevan adelante su tarea “sin barbijos, sin alcohol, sin camisolines y en pésimas condiciones”, cuando, como bien dicen ellos “somos los trabajadores que ponemos (sic) el cuerpo a esto”.

A pesar de todos los avatares diarios a los que se enfrentan, hemos de destacar al personal que desarrolla denodadamente su tarea en protección de todos, inclusive arriesgando su propia integridad. No podemos dejar de destacar que desarrollan su actividad con compromiso y profesionalismo, y eso no tiene otra respuesta más que un eterno agradecimiento y reconocimiento.

Entonces acá no hay una verdad y una metaverdad, acá no valen las discusiones inocuas y sin propósito. Acá hay una única realidad, que te la cuentan tanto quienes hemos tenido que utilizar el servicio público de salud, como el propio personal que se encuentra en la primera línea de fuego ante cualquier circunstancia de salubridad.

Señor Ministro o quien tenga la responsabilidad de responderle a la ciudadanía, hágalo, porque no tengo duda que todos los Chubutenses nos preguntamos lo mismo y estamos preocupados por esta situación que nos atraviesa. Vemos con desesperación que se buscan recursos por parte de privados, lo cual hace entender que no está todo cubierto y que es necesaria la acción inmediata. De esto salimos todos juntos, es verdad, pero los trabajadores de la salud como todos los trabajadores del Estado Chubutense, no cobran su sueldo y eso también constituye la realidad. No es razonable sostener que “está todo bajo control” cuando desde el inicio, no pueden garantizar lo mínimo: que el personal cobre su debido salario.

La naturaleza es muy difícil de predecir y nadie podía prever esta pandemia, pero el problema está ahí desde antes del COVID.

Hasta hoy no hemos visto publicado un estado de situación en cuanto a los hospitales y centros de atención pública de salud en la provincia que detalle, por ejemplo, camas disponibles, equipamiento disponible y el que se está gestionando comprar. Nadie quiere que esto se transforme en una tragedia superior de la que ya estamos viviendo. Enormes ciudades como New York se están por enfrentar a un duro pronóstico, por querer ocultar la realidad, y detrás de los números hoy hay vidas ¿vamos a hacer lo mismo? ¿Esperar que simplemente suceda?

Señores funcionarios, nos sentimos librados a la buena de la naturaleza, que es deseo de todos que no nos ataque de lleno, sin embargo ustedes son los que han sido elegidos o designados para gestionar la cosa pública y disponer de todos los recursos para evitar el impacto. Poco nos importa quien “gana” una discusión en redes sociales, nos interesan respuestas: si la Diputada se equivoca con la falta de recursos, o si los trabajadores del hospital están diciendo falsedades, queremos escucharlos.

Señores funcionarios, ahora ustedes tienen la palabra.

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